Pues ha llegado el último hito de aprobaciones de la OPA del BBVA a Banco Sabadell, que ha sido el Consejo de Ministros donde el Gobierno ha matizado las condiciones que se habían impuesto ya desde la CNMV. Todo esto mientras se paralizaba la cotización de los dos bancos para evitar grandes oscilaciones durante el comunicado, volviendo a cotizar da la siguiente forma:
Una vez realizada la consulta del Ministerio de Economía, se emplazó al Gobierno la última decisión, que pasado esos 30 días naturales se ha materializado en dicho Consejo, donde se ha decidido finalmente endurecer las condiciones impuestos a BBVA. En concreto obliga a que, de ser adquirida, Banco Sabadell mantenga personalidad jurídica, patrimonios separados y autonomía de gestión durante 3 años, además de suscribir las condiciones impuestas desde la CNMV, por tanto, prohíbe la fusión temporalmente. Además estos 3 años podrán ser prolongados a 5 tras evaluar la eficacia de las medidas pasados esos primeros años.
¿Y qué conlleva esa autonomía de gestión? Pues se especifican 4 puntos:
- Financiación y crédito, en particular a PYMEs.
- Recursos humanos: (sin despidos).
- Red de oficinas y servicios bancarios (sin cierre de oficinas)
- Obra social a través de sus respectivas fundaciones.
Banco Sabadell se ha apresurado a requerir a BBVA que explique el detalle de las sinergias esperadas y el plan de remuneración al accionista una vez recibidas estas nuevas condiciones, que si bien han contentado a los políticos y patronales catalanes (y a una cantidad todavía por determina de accionistas) requerirá el análisis de Bruselas y han sido consideradas como muy duras por los expertos.
BBVA por otra parte, está analizando las condiciones para ver qué decisión tomar, si declinar seguir adelante, continuar o bien, acudir a los tribunales de lo Contencioso Administrativo por esta última decisión. Todas las opciones están encima de la mesa, si bien, retirarse de la oferta es una opción que ha ganado bastante peso tras estas condiciones.
El Gobierno por tanto, ha dado una patada para delante a una situación que le estallará al siguiente gobierno en caso de que no ganen las elecciones pero se apruebe la adquisición, que de todas formas, tendrá que ser decidida por los accionistas de Banco Sabadell. Estos a día de hoy, encontrarían mayor rentabilidad vendiendo en el mercado que aceptando la OPA.